Los agentes de seguros son profesionales del sector que han estudiado y se han certificado para poder ejercer su profesión. La certificación la otorga la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Lo que significa que no es un empleo que cualquier persona puede decidir emprender sin preparación previa.
Para certificarse como agente de seguros es necesario aprobar los exámenes correspondientes de acuerdo al tipo de cédula que se requiere.
Dicha evaluación se lleva a cabo en las instalaciones de la CNSF o bien, a través del Centro de Evaluación para Intermediarios (CEA). Las evaluaciones incluyen temas que se consideran indispensables para la labor de intermediación de seguros y fianzas.
Para obtener la cédula B es necesario haber acreditado la cédula A (A1 y A2). Pues es un tipo de cédula dependiente.
Es importante hacer notar que existen de dos Tipos de Autorizaciones:
Las Independientes (Categorías D, E, F, G y M), y
Las Dependientes (Categorías A, B, C y H), de autorizaciones previas.
Cabe destacar que las cédulas deben refrendarse cada tres años ya sea con la acreditación de un nuevo examen o bien, al pagar los derechos generados cuando en la evaluación inicial se obtuvo una calificación superior al 80%.
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