Los seguros paramétricos son un tipo de seguro cuyo pago contingente (indemnización) se basa en el comportamiento de una variable, parámetro, índice o trigger fortuito (donde ni el asegurado ni la aseguradora pueden influir en él) y que tiene una alta correlación con el riesgo a cubrir.
Los seguros paramétricos, también conocidos como índices, cubren la probabilidad de que ocurra un evento predefinido, en lugar de indemnizar la pérdida real incurrida, como en el caso de los seguros tradicionales.
La indemnización es posible sólo si se cumplen los parámetros determinados previamente en el contrato.
La forma de pago se acuerda previo a la contratación y el cálculo de los parámetros depende de la exposición del cliente. Esto debido a que la indemnización es independiente de una pérdida real que haya padecido el asegurado.
De acuerdo con El Asegurador, un seguro paramétrico es “un acuerdo para realizar un pago cuando se produce un evento desencadenante; y, como tal, se separa de un activo físico subyacente o una pieza de infraestructura.”
Las pérdidas derivadas del evento pueden ser materiales o personales. Producidas a consecuencia directa de un siniestro, o de una pérdida consecuencial mediata o indirecta de un siniestro conocido como daño consecuencial.
Los seguros paramétricos pueden cubrir aspectos que previamente se consideraban no asegurables como deducibles, incremento de sublímites, y abarcar cualquier tipo de bienes que de otra forma estarían excluidos.
Los seguros paramétricos pueden ser contratados exclusivamente por el gobierno. Se espera que en un futuro se encuentren disponibles al público en general pues significan un avance en término de innovación en el mercado de seguros.
Los seguros paramétricos son de rápida indemnización y generan tranquilidad para quienes los contratan ya que no requieren de servicios de ajuste adicionales en caso de siniestro.
Esto debido a que el monto de las pérdidas queda perfectamente establecido con base en un parámetro desde el momento mismo de la contratación.