En la actualidad existe una variedad de fianzas con diferentes propósitos y utilidad. Todas las fianzas se caracterízan por ser un contrato secundario o accesorio, es decir que están sujetas a la existencia de un contrato principal. Ya que la fianza, independientemente de su categoría, tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de lo establecido en el contrato principal.
Las fianzas son herramientas financieras muy comunes y funcionales. Una de estas es la fianza de anticipo, una fianza administrativa que funciona para garantizar el buen uso de los recursos económicos que se entregan por adelantado para la prestación de servicios u orden de compra.
Las fianzas de anticipo son muy comunes en los contratos de obra o construcción ya que normalmente se solicita un anticipo destinado a la compra de los materiales y el inicio de la obra.
Para prevenir el impacto económico si se llegara a hacer mal uso de los recursos la fianza de anticipo juega un papel importante pues es una forma de prevención. Por lo que es importante solicitar una fianza al proveedor del producto o servicio contratado.
De esta manera ambas partes tienen la tranquilidad del cumplimiento de lo establecido en el contrato.
La fianza de anticipo entra en acción, el beneficiario de la fianza es indemnizado de manera total o parcial (de acuerdo al caso). Una fianza de anticipo por lo general se expide por el 10% del valor total del contrato principal.
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