El año pasado la adquisición de seguros de vida con componente de ahorro, en los que las personas aportan dinero para una meta de mediano o largo plazo, reportó una disminución de 22.3%: CNSF.
“La operación de vida registró un decremento real de 4.7%, causado principalmente por la caída del 22.3% en seguros con componente de ahorro”, destacó la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS, reflexiona sobre el comportamiento de los consumidores mexicanos. Pues generalmente cuando se presentan situaciones complicadas en la economía las familias recortan gastos y en diversas ocasiones los aplican en los pagos o adquisición de este tipo de productos.
“Algunas personas que perdieron el empleo, si tienen un seguro con componentes de ahorro, es probable que incluso hayan pedido algún rescate de ellos”, destacó la directora de la AMIS.
Sin duda la economía mexicana se encuentra en un momento crítico, los niveles de inflación superan por mucho a años anteriores. La pandemia junto con la gestión gubernamental y la crisis mundial ha dado como resultado una economía que se debilita cada vez más.
Por lo que difícilmente un seguro de ahorro forma parte de la canasta básica de muchas familias mexicanas, ahorrar también es un privilegio. Por lo que si se tiene la oportunidad de hacerlo se debe tomar.
Contratar o mantener un seguro de vida con componente de ahorro es una decisión en pro de la economía y el bienestar financiero de quien lo adquiere y/o sus beneficiarios.
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