Un crédito puede ser una excelente alternativa para financiamiento. Existen créditos de diferentes tipos y para diversos propósitos, desde los microcréditos hasta créditos hipotecarios y para el emprendimiento.
Pero no siempre es fácil saber administrar un crédito o distinguir cuando es conveniente o no adquirirlo.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) comparte en sus portal estos consejos para saber cuándo es conveniente adquirir uno:
Un crédito no es beneficioso cuando:
- Te sobreendeudadas y te atrasas en los pagos.
- Lo usas como si fueran ingresos adicionales y lo utilizas, por ejemplo, para pagar útiles escolares, porque te acabaste tus ahorros en tus vacaciones.
- Adquieres con él bienes y servicios que no necesitas.
- Lo destinas al consumo, adquiriendo bienes y servicios no duraderos que se deprecian rápidamente, como la despensa.
- Ausas de las promociones a meses sin intereses.
Un crédito sí te beneficia cuando:
- Pagas puntual tu tarjeta de crédito y lo usas para generar historial crediticio.
- Domicilias tus pagos a la tarjeta de crédito y evitas acudir a pagar.
- Inicias un negocio o lo haces crecer.
- Construyes o aumentas tu patrimonio comprando una casa o haciendo mejoras a la que ya tienes.
- Compras bienes duraderos a meses sin intereses o pagando un interés de acuerdo con tu capacidad de pago y que sea algo que realmente necesites y no puedas pagar de contado.
Toma en cuenta estos puntos para tomar una decisión informada sobre si es conveniente o no adquirir un crédito.También toma en cuenta las tasa de interés que apliquen. Como el Costo Anual Total del crédito.
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