Muchas personas en la actualidad se encuentran en deuda con una o más instituciones bancarias. Esta es una situación común que ha incrementado con el receso económico derivado de la pandemia.
Lamentablemente para algunos ha sido complicado pagar los adeudos que tienen. Por lo que han considerado alternativas al pago directo para poder minimizar el monto deuda o aplazar el pago.
En el mercado existen alternativas que pueden parecer muy atractivas. Sin embargo es importante estar bien informado antes de tomar una decisión que podría resultar contraproducente.
Una quita de crédito o deuda es un acuerdo entre la institución financiera que otorgó el crédito y quien lo recibe. A través de este trámite el deudor se compromete a pagar un porcentaje del crédito. Por su parte el acreedor renuncia al resto del capital que prestó.
El pago del monto acordado en la quita puede pagarse en una sola exhibición o hasta en tres pagos diferidos. Esto varía de acuerdo a cada caso.
El porcentaje de descuento sobre la deuda puede ir del 30% al 80% del total de adeudo. Por lo que puede pagarse una mínima parte de la deuda original.
Hasta este punto la quita de deuda suena muy atractiva, pero este tipo de negociación puede resultar contraproducente. Por un lado es una solución “rápida” y “fácil” para el problema de la deuda.
Es cierto que dejarás de ser hostigado por las instituciones de cobranza y se terminará la presión por conseguir el dinero para saldar tu crédito. Sin embargo, recurrir a esta solución tiene una contraparte negativa.
Ya que si bien el crédito quedará saldado, a cambio estarás en buró de crédito por los próximos seis años. Por lo que tu historial crediticio se verá afectado.
Esto se traduce en la imposibilidad de adquirir otro crédito de cualquier tipo (hipotecario, bancario o automotriz por ejemplo) por los siguientes años.Sin importar que en el futuro tengas buenos ingresos, pues no tendrás credibilidad para las instituciones financieras.
Lo mejor es acercarse directamente con la institución con la que se solicitó el crédito para llegar a un acuerdo y reestructurar la deuda. Por ejemplo al alargar el plazo de pago con mensualidades más asequibles.
De esta manera tu historial crediticio no se verá impactado negativamente.
Recuerda que es importante ser responsable con el manejo de créditos en general. Pues no son una extensión de tus ingresos.