Cuidar la salud en todas las etapas de la vida es una forma de autocuidado y prevención. Si bien es verdad que con la edad aumentan las posibilidades de tener ciertos padecimientos o enfermedades, no por eso los menores están exentos de complicaciones médicas.
Por lo que además de cuidar la alimentación, fomentar el desarrollo neuronal, social, entre otros, también es recomendable considerar los check ups médicos de manera regular.
Con los chequeos médicos es posible conocer de manera general el estado de salud integral de una niña o un adolescente. Pues ciertos parámetros pueden ser indicativos veraces sobre su bienestar.
Los chequeos médicos anuales están bien para los niños de entre tres y cinco años. Después de los cinco años, con un certificado de buena salud expedido por su médico, puede hacer la transición a check ups de salud cada 1 o 2 años.
El médico será quien indique la frecuencia de las citas en esta etapa.
Entre los 13 y los 18 años se recomienda agendar revisiones médicas generales cada 1-2 años. Los chequeos son una parte importante para la atención médica completa de un adolescente.
Estos chequeos incluyen un examen físico (altura, peso, presión arterial y los reflejos). El médico también estará atento a condiciones como depresión, trastornos de la alimentación y signos de abuso de sustancias.
Es importante que las y los adolescentes comiencen a ver a su médico solos. Esto les permite construir una relación de confianza con su atención médica.
Especialmente a medida que maduren y tengan preguntas sobre sexualidad, drogas y alcohol, así como problemas de salud física.
Algunos médicos recomiendan que los pacientes reciban privacidad durante sus citas médicas a partir de los 12 años.
Check up de salud mental
Las citas de salud mental no son estrictamente necesarias, pero son una muy buena idea para todos los jóvenes. Nunca está de más que los niños y adolescentes hablen sobre los problemas emocionales que enfrentan con una persona neutral y compasiva.
La adolescencia es un período difícil de la vida. Se espera que las personas maduren rápidamente y adopten comportamientos para mantenerse al día con sus amigos.
Junto con las hormonas no es de extrañar que los adolescentes a menudo se sientan estresados o abrumados.
Incluso si un adolescente no muestra signos de advertencia de enfermedad mental, es una buena práctica preventiva ver a un terapeuta al menos una vez.
Los profesionales de la salud mental pueden ayudar a los jóvenes a procesar emociones difíciles, ofrecer habilidades de afrontamiento saludables y ayudar a los adolescentes a amarse y aceptarse a sí mismos.
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Con información de Plan Seguro.