Los agentes de seguros son profesionales del sector certificados para ejercer su labor. Pues se requiere de preparación y estudios para ejercer esta profesión y dar la mejor atención posible a los asegurados.
Si bien cada agente de seguros tiene una dinámica y forma de trabajo particular, existen ciertas responsabilidades generales que los agentes cumplen. También el servicio que brindan hace la diferencia para sus asegurados.
Las responsabilidades de los agentes de seguros con sus clientes abarcan desde ser un guía y asesor hasta convertirse en un confidente de las necesidades de los asegurados.
Un agente de seguros comercializa los productos ofrecidos por las aseguradoras y asesora al cliente sobre su póliza durante la vigencia del contrato. Esto abarca desde una entrevista para conocer las necesidades del cliente, hasta acompañarle en trámites de reclamaciones a la aseguradora.
Un agente de seguros básicamente vende productos de entidades aseguradoras con las que trabaja, respalda y acompaña a los asegurados en sus dudas y trámites y otorga asesoría profesional al cliente durante la vigencia del contrato.
El agente debe mantener en todo momento la privacidad de la información personal del cliente.
Las responsabilidades de un agente son:
Entrevistar a los clientes nuevos para evaluar su nivel de riesgo al momento de vender la póliza de vida o de seguros:
Inspeccionar la propiedad del cliente al realizar la venta de una póliza para un vehículo o de un inmueble:
Asesoría en caso de siniestro. Deberá asistir a su cliente en caso de algún percance y hacer el seguimiento al proceso de indemnización.
Garantizar que los requerimientos de la póliza sean debidamente cumplidos:
Manejar posibles reclamos relacionados con los seguros:
Ajustar las pólizas para desarrollar planes especiales de cobertura de acuerdo a las necesidades del cliente.
En caso de que un agente no cumpla con las obligaciones hacia un cliente o asegurado, puede recibir una sanción por parte de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Dependiendo de la importancia de la infracción que se cometa, esta sanción podría ir desde una amonestación o una multa, hasta la suspensión o la cancelación de la cédula.