Cada año la temporada de huracanes trae consigo estragos a la población de las costas, quienes sufren de primera mano el impacto de estos fenómenos naturales.
Los huracanes pueden causar daños severos y significativas pérdidas por catástrofes. Estos afectan principalmente a los inmuebles comerciales y viviendas. Por lo que tener medidas de prevención es indispensable.
Antes de la llegada del huracán se debe tomar en consideración: contar con un plan de acción para hacerle frente a los huracanes. Dicho plan debe tener una estructura funcional y todos los involucrados deben conocerlo bien.
El plan debe contemplar estrategias de comunicación asertivas, pasos para prevenir daños y recuperación. También debe incluir una ruta de evacuación en caso de emergencia.
Designar un equipo a cargo que coordine dichas medidas es de gran utilidad.
Por otro lado se debe contar con un kit de suministros de emergencia que incluya baterías, cargadores portátiles para teléfonos celulares, linternas, radios y equipos tales como taladros y sierras, alimentos no perecibles, suministros de primeros auxilios y abundante agua potable.
Asegurar los equipos externos y la estructura más vulnerable al daño. Así como proteger los equipos electrónicos y otros susceptibles a dañarse si entran en contacto con agua.
Reforzar las puertas y ventanas con madera contrachapada o persianas contra tormentas evitará daños significativos al interior del inmueble por fuertes vientos y agua.
Si se cuenta con generadores de emergencia estos deben estar en buen estado y llenos de combustible nuevo. También debe verificarse que los techos estén debidamente asegurados y las canaletas limpias. Así como verificar las bombas de drenaje.
En caso de emergencia se deben seguir los protocolos establecidos, estar pendiente sobre el avance del huracán, así como evacuar al personal que no sea indispensable y seguir las instrucciones emitidas por los funcionarios locales.
Los vehículos y los generadores deben transportarse a un lugar seguro con más altura. Anclar todos los equipos exteriores y quitar los toldos es importante
Por otro lado, se pueden proteger los registros más importantes contra inundaciones y vientos y eleva los objetos de valor. Tras el huracán se debe tener especial precaución en áreas inundadas, ya que las aguas pueden estar contaminadas.
No se debe intentar conducir a través del agua que fluye y se debe mantener alejado del agua estancada: puede estar cargada eléctricamente debido a los cables eléctricos caídos.
Antes de entrar en un edificio inundado o dañado por el viento, realizar una inspección preliminar para verificar su estabilidad. Si hay daños importantes, se debe poner en contacto con un profesional para certificar que es seguro hacerlo.
Contactar a profesionales que revisen las instalaciones de gas, agua y las líneas eléctricas para determinar si hay daños. Si es seguro hacerlo, se pueden realizar reparaciones temporales para proteger el edificio y sus contenidos.
Retirar los materiales húmedos o visiblemente contaminados y utilizar mascarillas para evitar respirar el polvo de los materiales de construcción mojados.
Cuando se use un generador, se debe asegurarse de que el interruptor principal esté apagado y bloqueado antes de encender el generador.
Es de vital importancia contar con un seguro de Daños que contemple en sus coberturas los daños y pérdidas por este tipo de fenómeno meteorológico. Si no tienes cobertura de daños, ¿qué esperas para contratar un seguro?
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